Seamos sinceros: la mayoría de las cicatrices no son precisamente atractivas.
Por supuesto, si tienes una cicatriz que se ve bien en un lugar conveniente y viene con una historia interesante (como un valiente salto en un vehículo todoterreno o el heroico rescate de un animal en apuros), es posible que disfrutes luciéndola. Pero en su mayoría, las cicatrices pueden resultar molestas: desde las marcas de acné que arruinan la piel hasta las cicatrices postoperatorias que pican y te recuerdan un susto de salud o un accidente traumático... sí, esas son las que preferiríamos evitar.
Entonces, ¿qué se puede hacer con las cicatrices? ¿Se pueden eliminar? ¿Atenuar? ¿Cuáles son los pasos a seguir? Y, sobre todo, ¿cómo pueden ayudar los aceites esenciales en este proceso? Estos son los aspectos clave a considerar.
Momento
El momento óptimo para eliminar, reducir o minimizar una cicatriz es durante la fase inicial de curación de la lesión que causó el daño cutáneo. Las cicatrices antiguas son mucho más complicadas de tratar, ya que la piel ha tenido tiempo de regenerarse y adoptar su nueva forma cicatrizada. Por lo tanto, es fundamental maximizar el proceso de curación de la piel cada vez que se produce algún daño (por ejemplo, por acné, cirugía, enfermedades que afectan la piel, etc.).
Es importante recordar el dicho "más vale prevenir que curar". Mantener una rutina regular y sólida de cuidado de la piel, usar protector solar con regularidad, emplear equipo de protección personal cuando sea necesario y seguir las pautas de seguridad en la vida cotidiana puede ayudar a evitar muchas lesiones (incluido el acné) y, por ende, prevenir la formación de cicatrices.
Sin embargo, es inevitable que la piel sufra daños en algún momento. Por lo tanto, siempre que la piel esté dañada.
Optimizar el proceso de curación de la piel
Aquí te presentamos algunas recomendaciones para cuidar tu piel después de haber sufrido daños:
Mantenlo limpio
Mantén la zona de la lesión limpia siguiendo las indicaciones de tu médico para evitar infecciones y cicatrices más profundas. Lava tu piel regularmente, especialmente la cara, con limpiadores suaves y naturales. Algunos aceites esenciales como el árbol del té, romero y lavanda son conocidos por eliminar bacterias dañinas de la piel, pero asegúrate de hacer una prueba de parche y diluirlos adecuadamente antes de usarlos.
Mantenlo húmedo
Es importante mantener las heridas cubiertas en su mayoría y evitar soplar sobre ellas, ya que el aliento puede transportar bacterias fácilmente. En cuanto a la humedad, es beneficiosa para la curación de la piel, por lo que incluir una hidratación regular en tu rutina de cuidado facial es clave, especialmente en climas extremos. Para heridas quirúrgicas, utiliza Correct X, el ungüento especial de doTERRA.
Nutrir bien
Nutrir tu cuerpo con una dieta equilibrada que incluya verduras y grasas saludables es fundamental para proporcionar a tu piel los nutrientes necesarios para su reconstrucción. Además, gestionar el estrés es importante, ya que puede afectar negativamente el proceso de curación. Algunos aceites esenciales como helicriso, lavanda, árbol de té, incienso y mirra pueden ayudar a nutrir las células de la piel y acelerar la recuperación. Considera también tomar suplementos de colágeno para apoyar el proceso de curación de las heridas.
¿Qué pasa con las viejas cicatrices?
¡Tus viejas cicatrices tienen esperanza de desvanecerse!
El cuerpo constantemente elimina las células muertas de la piel y las reemplaza con nuevas. La velocidad de esta regeneración varía con la edad, pero en general, ¡la capa externa de la piel se renueva cada pocas semanas!
Esto significa que tu piel tiene oportunidades continuas para regenerarse, volviendo a crecer de manera más saludable, fuerte y clara. Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunas cicatrices pueden estar más profundamente arraigadas que la epidermis y la formación inicial de la cicatriz puede influir en el crecimiento de las células en esa área.
A pesar de esto, seguir una rutina saludable de cuidado de la piel, que incluya limpieza, hidratación, exfoliación suave y nutrición, puede ayudar a atenuar tus cicatrices con el tiempo.
Además, los aceites esenciales pueden ser aliados valiosos en tu cuidado facial. Pueden ser utilizados en limpiadores, exfoliantes, tónicos, sueros y humectantes para proporcionar beneficios adicionales a tu piel.
Con mucho Amor,
Carla Cadremy
Psicóloga - Educadora - Especialista en Aromaterapia
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